Por: Diego Babado Torres
Están equivocados, los que pretenden seguir embadurnando de sofisma y engaño a los abogados, para después de las elecciones seguir su orgía francachelesca y los abogados y abogadas pasando penurias, viendo como en los últimos años y fundamentalmente, después del 2004, hasta la fecha, ingresan a las arcas del Colegio mas de mil quinientos millones de pesos, sin que la clase disfrute de planes sociales y educativos que contrarresten la pobreza y precariedad de la mayoría de los abogados.
Tenemos un colegio indiferente, ciego y pasivo. Es una clase que reclama, un colegio que verdaderamente les represente y defienda. Es que ellos no ven como es que esta nuestra clase, porque solo van en elecciones.
Los abogados y las abogadas no son pavos en navidad. son la esencia de la existencia misma del Colegio y como tal deben ser representados. Eso es lo que debemos reclamar todos y no estar con el lambonismo degradante. Eso es todo.
Que malvados han sido! La respuesta no debe ser la indiferencia. Prefiero decir como Rodriguez Objio: ¡A los traidores es preciso herirlos a traición!.