Origen de la Traición en los seres Humanos

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Por: Osiris Disla Ynoa, PhD

Abogado dominicano, escritor, especialista en Derecho Penal,  Procesal Penal, Penal Especial, Metodología de la investigación, Ciencias Teológicas y de la Religión, Redacción e interpretación de Textos Jurídicos, Bíblicos, y Costumbre Judía. Doctor en Administración, Hacienda y Justicia en el Estado Social, Salamanca España. Articulo dirigido a los Espacios Educativos de República Dominicana, El Salvador, Chile, Estados Unidos, Perú, Panamá, Argentina, Paraguay, España y Uruguay.

1.1 La traición.

La traición en la acción o acto de ruptura de la fidelidad, lealtad, compromiso debido a una persona o  a una institución, en ocasiones el compromiso envuelto en la tracción, es moral de guardar un secreto que luego por el propio animo de traicionar  se revela y se cuenta  de manera distorsionada, no adecuada ni sucesiva,  siempre con el objeto de causar un daño en la armonía o confianza, entre los seres humanos mortales y con necesidad de confiar uno del otro.

1.2. Elementos de la Traición Encarnada.

Casi siempre la traición tiene origen en varios elementos como son, los intereses particulares y personales, la ambición de poder o económica, y las pasión desordenada, aunque existen traicionaros cuya naturales nace en su ser, de  su formación, en su origen y naturaleza,  en la miseria interna de una alma solitaria vacía,  desconfiada y traicionera.

1.3. Traición por intereses particulares o personales.

Los intereses personales o particulares en la mayoría de ocasiones hacen referencia a las actividades, temas, objeto perseguido o un evento de naturaleza educativa o política, que la persona persigue porque le interesa sobremanera, ya sea porque eleva su ego personal,  su economía, su imagen o su posición entre los hombres y las instituciones.

 Dado a  ese interés muy particular y a veces soterrado, se toma la decisión de traicionar al costo que sea, para lograr este objeto, que el traicionero se ha trazado y que en ocasiones entiende que enfrenta algunos obstáculos para conseguirlo, sea con amigos, hermanos, compañeros de trabajo o quien sea que esté por el medio de su deseo de tener y alcázar ese objeto.

1.4.  Traición por alcanzar el poder o tener mejor Economía.

Esta traición por el poder,  es un acto de deslealtad cometido con el objeto de tener poder o ganar la confianza buscada, para luego alcanzar un beneficio  que casi siempre es económico o para mejorar la economía. En el ámbito político se realiza para alcanzar el poder o estar en el poder político, así tenga que traicionar a sus compañeros, hermanos, amigos a su conciencia o al propio cristo, siempre y cuando esa alma traicionera   y desamparada encuentre reposo en algún grupo, al cual le rinde una fidelidad fingida, soterrada y esquiva, para conseguir un poquito de confianza y de ahí partir y sembrar sus perores divisiones.

La mejoría económica propia y ocupación de puestos públicos o privados,  para sus hijos, sus amigos y allegados, es para muchos la causa principal de traicionar, tal y como lo fue para judas, pues la monedad de platas, oro, pesos, dólares y euros no tiene ninguna diferencia, a no ser solo de tiempo y espacio, pues en la época del cristo crucificado y traicionado, las monedas por la cual fue vendido,  eran de plata, tan solo 30 piezas, pero para los traicioneros modernos o  de ahora, no es necesario recibir plata, pues no tiene objeción de recibirlo  en pesos, dólares y euros, o favores colaterales, así como la designación en algún puesto de relevancia a los ojos humanos dejando en el aire a todos los demás.

1.5. Traición por Pasiones Desordenadas.

Desde el punto de vista de la traición, se considera como  pasión, a un deseo intenso o entusiasmo por tener o alcázar algo, aunque sea de difícil alcance, entra al desorden, cuando esta pasión va contra los valores morales y éticos  personales o grupales, que el traicionero decide romper y burlar al costo que sea, para conseguir lo que sería su pasión desordenada.

Aunque algunos no lo crean, en cada hombre, en cada mujer, en cada cabeza hay un mundo, así concibe el traicionero  su propio mundo, alejado de la lealtad debida y viviendo un mundo de fantasía, creyendo que todo le saldrá bien siempre, pues al permanecer tanto tiempo en esta conducta, piensa que no será descubierto, ni castigado en el orden moral o ético  y social, pero luego resulta que esa conducta resuena, trayendo consigo muchos conflictos y hasta desenlaces fatales.

5.6. Traicioneros por Naturaleza.

Como cada hombre y cada mujer es un mundo, así cada uno tiene su propia naturaleza. La naturaleza humana de cada hombre o mujer, se refiere en cierto modo, a la forma de actuar, de pensar o de sentir de cada uno, así las cosas, hay seres humanos que tienen carencia de sentimientos puros, cristalinos,  justos, correctos y éticos, y de ahí deriva sus malas actuaciones, sus teatros sociales, su forma de fingir aprecio, sentimientos y lealtad.

Lo cierto es, que el traicionero  siempre espera algo a cambio, pues nadie traiciona de manera gratuita, ya que siempre el traicionero cree actuar a su conveniencia y por tanto,  debe recibir algo como composición por su traición, sea  dinero, aprecio, amor, pasión, posición, ser recibido en cierto grupos  o elite social o educativa y cuando ya no necesita nada material  el traicionero por naturaleza,  traiciona para poder dormir, como los cuervos o los murciélagos, traiciona  para que se refleje su naturaleza propia, traiciona por instinto  como los animales, para dejarse sentir, para ser tomado en cuenta o para ir a descasar, porque para el traicionero e  hipócrita que finge, su paz depende de la revelaciones inciertas, de la difamaciones ajenas, de la falta de sueño de los traicionados, de las negociaciones turbias, de su lengua venenos de sus maquinaciones malévolas, secretos  mal revelados al costo de la sangre, humillación y  la derrota de los demás seres humanos.

Así que, se debe aprender a conocer, visualizar y castigar a los traicioneros, para que sepan que están rodeados,  vigilados y que su conducta no será propagada sin castigo ético y social,  para que puedan ir a tratar de dormir su sueño eterno y perturbado, separado de la sociedad útil, civilizada, leal y ética.