presidente Luis Abinader inauguró el Centro de Interdicción de Extranjeros, construido en los terrenos del Centro Vacacional de Haina bajo una inversión de 88 millones de pesos.
El propósito de esta voluminosa inversión es mejorar los procesos y las condiciones de los ciudadanos extranjeros retenidos por estar desposeídos de los documentos reglamentarios.
Mediante un recorrido en compañía de medios de comunicación, el director general de Migración, Venancio Alcántara, manifestó que las nuevas instalaciones cuentan con tres pabellones, dos para hombres y uno para mujeres, donde los retenidos podrán pasar el tiempo de espera, hasta tanto sean despachados o deportados en forma más decente.
“A nuestra llegada a (la Dirección General de) Migración existía aquí una sola nave que albergaba a unos 500 interdictos en unas condiciones donde estaban parados”, recordó el funcionario.
A veces, agregó, “se metían 700 y ya querían romper la puerta; cuando llegamos, iniciamos la gestión para construir un centro donde podamos adecentar, por lo menos, la estadía de los extranjeros que se encuentren acá”, manifestó Alcántara.
El mismo indicó que las instalaciones cuentan con otras dos edificaciones donde se colocan a los extranjeros cuyo proceso de deportación, debido a la lejanía de sus países de origen, se toman más de uno o dos días. Además, cuenta con otra en donde se colocan a los niños que están solos y son supervisados por un personal del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani).
La gran mayoría de los interdictos que ocupa el lugar son haitianos, aunque también hay colombianos, venezolanos, italianos e indios retenidos en las instalaciones.
El proceso
Dentro de las instalaciones hay un centro de procesamiento de datos que es el primer lugar hacia donde es llevado el extranjero, luego de su detención de las autoridades.
El primer paso al ingresar a esa área es que el interdicto llene un cuestionario explicando su procedencia, entrada y salida, oficio, al unísono con todos sus datos personales; tras ello, son fotografiados de frente y de perfil y luego colocan sus huellas dactilares tomada vía muestra biométrica.
Con la huella, las autoridades pueden determinar si el extranjero es reincidente ingresando de manera irregular al territorio dominicano o si tiene algún tipo delito en el país o en su lugar de origen.
Una vez es concluida la toma de huellas y los datos, el extranjero firma un documento de deportación. En caso de que sea un criminal buscado por las autoridades de su país, se coordina una operación de entrega directa.
Según lo explicado por Alcántara durante el recorrido, el proceso no se demora más de 24 horas. Si es el caso de un ciudadano haitiano, debido a la cercanía de ese país, en ese mismo periodo de tiempo esa persona ya se encontrará en territorio de Haití.
Si es un reincidente, este indicó que debido a la falta de sanciones más severas, los dejan varios días adicionales retenidos.
Asistencia de operadores
El director General de Migración señaló que en caso de un extranjero ser detenido y llevado al Centro de Interdicción pero que sí tenga sus documentos al día y no los lleve consigo, puede requerir asistencia de los operadores durante el procesamiento de los datos para comunicarse con una persona que pueda llevar físicamente esos documentos hacia el lugar y de esa manera ser despachados.
Los deportables
Dentro de las instalaciones hay un salón multiusos utilizado los martes, al mediodía, para el proceso de interdicción de dominicanos deportados desde otros países.
Los dominicanos son sometidos a los mismos procesamientos y escrutinio de los datos y mediante esto se determina si fue deportado por violar la ley de Migración, son despachados hacia sus hogares, pero en caso estén aquí por otras razones legales o sea buscado por las autoridades, son puestos a disposición del MP. Deben tener un carnet expedido por Migración, carta de no antecedentes penales, contrato de trabajo y pasaporte al día.
