Un Robo Público, siguen los 600 pesos por cada mil de Combustible.

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Santo Domingo. Luego de muchísimos tiempo con el costo de los combustibles congelados, el gobierno dominicano supuestamente los rebajo de precio, unos centavo y los consumidores creyeron que era verdad que sentirían un respiro, sin embargo, todo era una vil mentira, un engaño, pues ahora es peor, ya que los propietarios de estaciones de ventas y expendio de combustibles, en su gran mayoría tienen esas estaciones como se dice en el lenguaje vulgar del campo, «arregladas».

Ahora según una investigación periódica realizada, por cada 1,000 mil pesos que se paga en las mayorías de las estaciones de combustibles, del Distrito Nacional y el gran Santo Domingo, el consumidor solo recibe la cantidad de 600 pesos y los denominados bomberos , a la brava fraudulentos y silenciosa se cogen los otros 400 pesos para ellos, muchas veces en complicidad con los supervisores de esas estaciones y en las mayorías de ocasiones con sus propietarios.

Estos hechos así como están configurados representan un atraco a manos armadas y sin salida aparente, ya que de nuevo el poder se ha concentrado sobre algunos de los empresarios y estos hacen en la nación lo que le da la gana, sin que nadie sirva de arbitro para regularlos, pues los dos reguladores del estado Proconsumidor y el Indocal, son parte del mismo grupo que quieren destruir el pais, razón por la cual no dicen esta boca es mía, frente a tanto abusos, robos y maltrato en contra de los usuarios indefensos que tienen la obligación de salir cada día a las calles y consumir combustible.

Diariodespertar.com, lamenta el deterioro en que se encuentra el pais en materia de regulación, control, transparencia de precios y calidad del consumo diario, pero sobre todo, lamenta el practico fallecimiento de las entidades que debieron regular: Proconsumidor y el Indocal, que hoy se notan rendidos, sin función y en complicidad con los propietarios de las estaciones. Piden al gobierno dominicano mas controles, pues como dice el refrán popular «tanto da la gota en la piedra, hasta que le hace un hoyo».