Alrededor de un 15% más a la abstención histórica del país no votó en el 2020, un reto para Abinader y PRM para 2024
Una radiografía a los números de los resultados de las elecciones presidenciales del 2020, que Luis Abinader y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) ganaron con el 52.52%, muestra un comportamiento de la abstención que supera el promedio histórico del país. Históricamente, la abstención en el voto presidencial se mueve entre el 28% y 30%, pero en el 2020 no votó el 44.71% de las personas inscritas en el padrón. Conforme a los resultados oficiales de la Junta Central Electoral (JCE), de los 7 millones 529 mil 932 registrados para votar, en los comicios del 5 de julio votaron 4 millones 163 mil 305 personas, lo que representa el 55.29%.
El dato refleja una variación entre 13% y 15%, de votantes que podrían ejercer el sufragio en las elecciones del 2024, si el escenario político-electoral regresa a su comportamiento histórico.
Varios factores influyeron para que la gente no saliera a votar en el 2020 que podrían no estar presentes en la contienda del 2024. Las elecciones se hicieron en fechas extraordinarias, en lugar del tercer domingo de mayo, se realizaron el 5 de abril y se arrastraba el trauma de la suspensión de las elecciones municipales de febrero de ese año que generó la ola de protestas que matizaron el tramo final del pasado proceso electoral.
El factor que más pudo inducir a la abstención fue que la votación se hizo en medio de la pandemia de la covid-19, que para el 5 de julio tenía poco más de 5 meses gravitando en el país. Pero fuera de las causas que generaron el alto nivel de abstención, ¿Quién se perjudicaría y quien podría beneficiarse de ese 15% de gente que no votó si vuelve a las urnas en 2024?
La historia electoral de la República Dominicana muestra que los partidos en el poder suelen desgastarse y pierden apoyo en las elecciones siguientes. La única excepción es el caso de Danilo Medina y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que ganaron en el 2012 con 51.21% y en el 2016 subieron más de diez puntos al obtener 61.76%. Ese porcentaje se dio en circunstancias muy específicas por la división del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que hasta esa elección contaba con la historia electoral más fuerte. Esa sigla bajo el liderazgo de Miguel Vargas, hizo alianza con el PLD para el 2016. De hecho, luego de esa histórica votación en 2016, el PLD perdió 23 puntos de apoyo para el 2020, pues solo logró 37%.
El desgaste que sufren los partidos en el poder queda comprobado en el PLD. En el 2004 ganó con el 58%; en 2008, 53% y 2012, 51%. En esas tres elecciones perdió 7% de apoyo, aunque se mantuvo por encima del 50% y eso le permitió ganar comicios en primera vuelta. Otro ejemplo es el PRD, en el 2000 obtuvo 49% y en 2004, 33%. Ese bajón estuvo influenciado por la crisis económica del 2003.
De los 4 millones 163 mil 305 que votaron en 2020, Abinader y el PRM lograron 2 millones 154 mil 866; Gonzalo Castillo y el PLD, un millón 537 mil 78 y Leonel y la Fuerza del Pueblo, 365 mil 226. El 15% de variación en la abstención histórica representa un millón 129 mil 489 votos que habría que ver hacia donde se mueve porque definiría las elecciones del 2024.
El PRM en gobierno
El PRM ha logrado conquistar alcaldes y figuras de los partidos de oposición en su estrategia de sumar apoyo de cara a las elecciones del 2024. El PLD ha sido la organización que más respaldo ha perdido de las pasadas elecciones, tiene cuatro senadores menos y 14 diputados, ha perdido más de diez alcaldes y dirigentes de todos los niveles han renunciado desde que ese partido salió del poder. El PRM también ha perdido aliados como el Frente Amplio, pero es posible que gane el apoyo de otros partidos minoritarios para las próximas elecciones. La organización enfrenta algunos disgustos internos por la participación en el Estado de sus cuadros políticos y el proceso de renovación de las autoridades nacionales.
Abstención ha venido subiendo
En los comicios de mayo de 2016, la abstención fue de 30.40%, cuando ganó el presidente Danilo Medina, quien se reeligió, sacando 2,647,438 votos, frente a su más cercano contendor, Luis Abinader, que obtuvo 1,724,222. En el proceso del 2012, la abstención fue de 29.77%, cuando acudieron a las urnas 4,566,838 de los 6,502,968 inscritos. Las elecciones fueron ganadas por el candidato del PLD y aliados, Danilo Medina, con el 51.21%. En la contienda del 2008 fue de 29 %, mientras en 2004 fue de 27%. Esas eleccciones fueron ganadas por Leonel Fernández. En el 2000 la abstención había sdo menor, solo alcanzó un 24%.
En 1996, la abstención fue de 22% y en 1994, apenas de 15%, pero en estas últimas elecciones se alegó un fraude que generó una crisis política y el país estuvo al borde de un vacío de poder. En 1990, es la elección que generó mayor nivel de abstención después del 2020, un 4.98% no acudió a las urnas.
Mayor competencia, baja abstención
Los resultados de las elecciones muestran que a mayor competitividad en la carrera por la presidencia de la República, menor es el nivel de abstención. En el 2020, la división del PLD y la ola de protestas en contra del gobierno por la suspensión de las elecciones, generó una percepción de triunfo a favor del PRM y Abinader.
Esa idea se afianzó más por la alianza opositora que triunfó en las elecciones municipales del 15 de marzo de ese año. La competencia estuvo a favor de Abinader y se evidenció en la votación pues logró 15 puntos de ventaja frente a su competidor, Gonzalo Castillo, que llegó a 37%.
En el 2016 nadie tenía dudas que Danilo Medina ganaría la reelección con una alta votación frente Abinader por lo que no fue una elección de alta competitividad. Medina logró 61.76% y Abinader 34.90%, 27 puntos de diferencia y la abstención fue de 30.4%.
En las elecciones del 2012, la competencia entre Medina e Hipólito Mejía fue reñida, la en el resultado final fue de menor de cinco puntos. Medina logró 51.215 y Mejía 46.95%, la abstención fue de 29.77%. En las elecciones del 2008, durante la campaña se veía clara la victoria para la reelección de Leonel Fernández frente a Miguel Vargas y el PRD. Fernández ganó con 53%, Vargas llegó a 40% y el 29% no fue a las urnas.
Para el 2004, Hipólito y el PRD hacían esfuerzos desde el gobierno para ganar la reelección, en una campaña que lució de alta competitividad, pero el resultado fue de 58% para el PLD y Leonel contra el 33% de logró Mejía, una diferencia de 25 puntos. La abstención en esas votaciones fue de 28%. En los comicios del año 2000, el tripartidismo se manifestó en la competencia. El PRSC, postuló a Joaquín Balaguer, el gobernante PLD presentó a Danilo y el PRD postuló a Hipólito. El partido blanco ganó esas votaciones al lograr el 49.50%, el PLD llegó a 25% y el PRSC, 24%. La abstención fue de apenas 24%. Las elecciones del 1996, cuando se implementó por primera vez la segunda vuelta, fueron altamente competitivas entre José Francisco Peña Gómez y Leonel. El PLD ganó con 51% contra 48%. Solo el 22% no votó.
La división del voto boschista favorece PRM
Aunque históricamente los partidos en el gobierno tienden a desgastarse y perder apoyo comparado con el porcentaje que logran ganar, hay factores que favorecen la reelección de Abinader, especialmente la división del voto bochista que dio 16 años de gobierno seguido al PLD con Leonel y Danilo. Desde el PLD y la FP se ha generado el discurso errado que si no se unifican no tienen la posibilidad de ganar las elecciones del 2024 con lo que generan la percepción de fortaleza del gobernante PRM. El partido oficial, por el contrario, aunque tiene algunos ruidos internos generado por dirigentes de esa organización, luce unificado alrededor de la figura el presidente Abinader. Además de Abinader, el liderazgo más importante en el PRM lo encarna el expresidente Mejía, y hasta ahora se ha mantenido en apoyo a la línea política del gobierno y la organización, por lo que hasta el momento no parece que ese partido tenga mayores problemas.