Hoy 9 de marzo, día del Patricio Francisco del Rosario Sánchez, el Ministerio Público celebra su día nacional. Este órgano constitucional del sistema de justicia que nació con la Constitución primogénita, se encuentra paulatinamente transitando por la vía del desarrollo institucional, esto es así porque el progreso de la estructura de la justicia está íntimamente ligado a su presupuesto, es decir, a la asignación económica que el Estado otorga a este sector.
Hemos apreciado que en los últimos años los usuarios de la justicia se han quejado de la mora judicial, estancamiento y lentitud de procesos, las constantes solicitudes de prorroga solicitadas por el Ministerio Público para concluir sus procesos en la etapa preparatoria, en algunos casos la ausencia de una estructura física que dignifique a quien ostenta una función pública desde el área de la justicia, sea esta jurisdiccional, de persecución, administrativa, electoral o constitucional, sin embargo, estas deficiencias siempre recaen en los hombros del administrador, obviando que lo requerido por el sistema de justicia para ser verdaderamente independiente son más recursos, un mejor presupuesto.
Con un mayor presupuesto se podrían abrir las puertas de más tribunales y fiscalías, digitalizar la justicia mediante equipos tecnológicos de calidad, designar el personal auxiliar suficiente con calidad habilitante para el desarrollo de la labor investigativa del Fiscal, continuar organizando y dotando el sistema penitenciario de la logística pertinente para adecentar ese compromiso de décadas que tiene pendiente el Estado, no siendo menos importante, la mejoría de las condiciones de los miembros del Ministerio Público y el personal administrativo para garantizar la permanencia de los mismos como lo prescribe la Constitución en su artículo 173.
Lejos de asimilar que las deficiencias de la justicia se debe a aspectos económicos, en lo que respecta al Ministerio Público han definido que la denominación de quien dirige el órgano acusador, es decir, Fiscal General o Procurador General, así también como el método para su elección es determinante para su independencia, cuestión que dista de la realidad actualmente. Lo cierto es que el Ministerio Público se debe encontrar en el marco de uno de los poderes públicos constituidos tradicionalmente (Legislativo, Ejecutivo o Judicial), debido a que ninguna institución pública puede encontrarse separada e independiente de la configuración, organización y estructura del Estado, cualidad claramente delimitada en las normas supremas desde aquel movimiento generador de constituciones que dio paso al constitucionalismo liberal.
Si el Estado quiere tener una justicia independiente debe garantizar un presupuesto mayor y progresivo a cada uno de sus órganos, dentro de los cuales se encuentra el Ministerio Público, ésta es la independencia a la que se aspira, ésta es la independencia deseada por la justicia.
Por: José Lenin Hernández Cuello, M.A.
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