La Semana Santa inició ayer, domingo 28 de marzo, cuyo tiempo invita a la reflexión y da paso a las actividades conmemorativas de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo y que en este 2021 encuentra nueva vez al país y al mundo atrapado en la pandemia generada por la COVID-19.
Para esta Semana Mayor, el mensaje claro y contundente que los obispos del país dirigen a la República Dominicana es la importancia de que la familia sea fortalecida y que la sociedad defienda, al mismo tiempo, los valores y la vida, a propósito de la discusión de las tres causales en el Congreso Nacional. Además, replican la encíclica del papa Francisco “Fratelli tutti”, que pide fraternidad en el mundo, y con ello una inclinación hacia los más necesitados y vulnerables.
Así lo expusieron monseñor Francisco Ozoria, arzobispo metropolitano de Santo Domingo; monseñor Víctor Emilio Masalles Pere, obispo de la Diócesis de Baní y Tomás Alejo Concepción, obispo de la diócesis de San Juan de la Maguana, quienes pertenecen a lo que en la iglesia dominicana se conoce como provincia eclesiástica de Santo Domingo. Compartieron sus conocimientos y pareceres en el programa especial de Semana Santa “La Iglesia Católica, sus creyentes y la pandemia”, que transmite desde hoy CDN, canal 37 y que elCaribe también comparte a través de sus páginas.
Desde el punto de vista de monseñor Ozoria, la Vicaría de Familia es el reto más grande para la Iglesia y por ende, es la que están fortaleciendo y dando respuesta.
“Esa es una prioridad de la Iglesia, atender a las familias y sobre todo esa, la Pastoral de la Familia, que es la que trabaja en la defensa de la vida, en la familia como santuario de la vida. Ha sido un desafío para nosotros porque hay unas amenazas a la vida en la sociedad entera”, comenta el religioso durante el conversatorio conducido por el comunicador Jean Suriel en la Catedral Primada de América.
Monseñor Ozoria manifiesta que en la actualidad hay una tendencia y una imposición de criterios y de ideologías, sobre algo en particular de la vida: el aborto. “Y es la tendencia que hay en el mundo entero, la legalización de las causales en el aborto. Entonces todo eso significa un desafío grande y por eso el trabajo nuestro en la familia, en la Pastoral Familiar”, señala.
Para el arzobispo, el proyecto de ley que busca incluir las tres causales en el Código Penal para interrumpir el embarazo en circunstancias específicas no es atinado, tras afirmar que esto va contra la vida y la naturaleza.
“Por eso, la iglesia está muy firme con esto en la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural. La persona que está en el vientre, sea como sea, es una persona y la Constitución nuestra lo prevé y lo defiende. O sea, que además de ser algo contranatural, también es anticonstitucional lo que se haga ahí”, comenta.
“Un circo mediático”
En ese mismo orden de ideas se expresa monseñor Víctor Masalles Pere, obispo de la Diócesis de Baní, quien dice que es una pena la razón por la cual se quieren aprobar las causales para la interrupción del embarazo.
“Es una pena la razón por las que se quieren poner las causales, porque hay que definir. Hemos convertido esta discusión en un circo mediático y claro, yo lo considero cortina de humo que se usa estratégicamente para temas más importantes. Yo no creo que el gobierno piense que el aborto sea el tema más importante que tiene en manos, pero es una bombita de humo muy interesante para manejar otros temas y lo ha hecho siempre el gobierno anterior y es una pena porque aquí se está jugando con la vida”, precisa.
Y dice esto de manera tajante. “Es un tema donde está en juego la vida humana, donde está el planteamiento de la vida humana, donde hay un montón de mentiras frente a las cosas que se achacan y se le tildan de dogmatismo”.