Coronavirus se agrava en pacientes fumadores de Hooka

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Santo Domingo. Los pacientes jóvenes que fuman “hookah” y los adultos que en promedio tienen 65 años, y que lle­gan con problemas de dia­betes e hipertensión ar­terial, son los que mayor gravedad han presentado ante el coronavirus en el hospital regional San Vi­cente de Paúl, ubicado en la provincia Duarte.

Este hospital, con 146 ca­mas disponibles, trabaja ex­clusivamente con pacientes de Covid-19 desde marzo pasado, cuando la pande­mia que azota el mundo se cebó con San Francisco de Macorís, la cabeza del nor­deste del país.

“Se nos complican los envejecientes, los que tie­nen en promedio 65 años y llegan con diabetes e hi­pertensión. También los jóvenes que llegan con his­torial de fumar hooka”, ex­plica el doctor Francisco Ureña, director del hospi­tal San Vicente de Paúl.

Ayer el Ministerio de Salud informó que las co­morbilidades preponde­rantes en los casos de co­ronavirus en el país eran de 31% de pacientes con hipertensión arterial, un 24% con diabetes y seis por ciento con enferme­dad pulmonar crónica.

 

El hospital San Vicente de Paúl ha tratado ya cer­ca de quinientos pacientes positivos al Covid-19, se­gún explica su director.

Cuando se le pide al di­rector que evalúe el com­portamiento de las perso­nas en la comunidad frente al distanciamiento social como prevención al coro­navirus, no hay titubeos en su respuesta: “Mal. La gen­te en las calles lo está ha­ciendo muy mal”.

Se refiere a las aglome­raciones en los bancos co­merciales y las filas para entrar a los supermerca­dos, donde se registra un panorama muy similar al  que se ve en la capital domi­nicana estos días: personas amontonadas, sin respetar el distanciamiento pruden­te de los dos metros que pi­den las autoridades de Sa­lud Pública.

 

Ahora están llegando menos personas al hospi­tal que en el mes de marzo y principios de abril. Al ter­minar la semana pasada so­lo tenían ocupadas 25 de las 146 camas disponibles y la atención en la emergencia por igual había descendido: de 8 a 10 pacientes que lle­gaban solo procedían a in­ternar uno o dos, cuenta.