Editorial: Conflicto social  grave por el voto Municipal Automatizado

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Ex miembros del pleno de la JCE.

El día de ayer 29 de noviembre del 2019 la Junta Central Electoral (JCE) aprobó el conteo manual y el voto automatizado que supuestamente le fuera presentado a los partidos políticos el pasado 21 de noviembre del año en curso y anunció también que dicha aprobación incluye la incorporación de un lector de huellas dactilares, aparentemente “a los fines de garantizar la integridad inequívoca de la identificación del votante”. 

Esta decisión solo abarca la utilización del voto automatizado en 10,000 mesas electorales, concentradas en 17 demarcaciones territoriales que la JCE señala como las de mayor complejidad para el escrutinio del voto preferencial en las elecciones municipales. Las demarcaciones escogidas al azar son  aquellas con 13 o más regidores, con sus respectivos suplentes. Se trata de 17 demarcaciones con 54 distritos municipales. 

En total estas comunidades tienen 9,844 colegios electorales, que representan el 60% de los 16,498 existentes, lo que significa que en estas demarcaciones está el triunfo de cualquier partido político que las gane y es precisamente ahí, donde según la oposición dominicana se fragua el otro fraude electoral, uno muy semejante al de la celebración de las primarias simultaneas, pero de más alcance, que paralizó el país y aun lo tiene paralizado en el aspecto electoral. 

Cuando la Junta Central Electoral (JCE) habla de que el voto municipal automatizado fue aprobado por los partidos políticos, no se le puede creer nada, ya que solo hay dos partidos fuertes en el sistema el PLD y el PRM, y este último no lo ha aprobado, ni su grupo de partiditos, lo que significa, que la JCE, para engañar la población le atribuye  un tamaño de grande a los partiditos que están unidos al PLD, con el objeto de que se diga en la opinión pública, que fueron ¨los partidos¨ que lo aprobaron, cuando en realidad fue el pedazo que queda del PLD, que aún tiene el poder político y económico, lo que representa una situación muy seria y grave que  coloca a la Junta Central Electoral (JCE), como el órgano que causará en la nación un estallido social de consecuencias impredecibles y que ahora se lo llevará de paro del puesto y es posible que hasta puedan ir a la cárcel ellos y sus cómplices como debió ser antes. 

Las manos de Danilo Medina y Gonzalo Castillo, están metidas hasta el fondo en la Junta Central Electoral (JCE), y con tiempo debe resolverse ese problema, porque quienes conocen estos señores del palacio y la JCE, saben que se caracterizan por tres cosas; que no son muy buenos, están llenos de rencor y odio innecesario, no tienen límites sociales ni legales y han sembrado el veneno en el centro de la JCE y sus miembros, lo que los hace pensar que los demás no valen nada, ni sus exigencias son válidas, lo que lo hace actuar con un alto nivel de simulación frente a la población ingenua e indigente  y le impide ver la realidad de lo que está aconteciendo. 

Lo cierto es, que la Junta Central Electoral (JCE), con unos aparatos electrónicos dañados, que son tan malos, que ella misma decidió hacerle una auditoria forense y después resultó que la auditoria no se realizó y aun así quiere adjudicar con esos mismos aparatos otras elecciones, o sea un segundo fraude y el último que encenderá la mecha  que falta para el problema.    

Diariodespetar.com entiende que la Junta Central Electoral (JCE) y sus miembros titulares, siguen por muy mal camino, ve con preocupación el secuestro del alto órgano electoral y la conciencia crítica de sus miembros titulares. Advierte que la JCE, tomó como un juego el fraude anterior y que están preparando las condiciones para un estallido social por el segundo fraude que se avecina, que debe ser evitado, pues ahora la mesura de Leonel Fernández no se impondrá, ya que  las víctimas estarán regadas en todo el país, lo que pudiera hacer que los cálculos del fraude fallen y se arme como dicen en el campo ¨la de no te mene¨ un conflicto social muy grave y serio,  por el voto automatizado rechazado por todos  y la inclusión de un nuevo lector de huellas dactilares, que pudiera  ser una réplica de las cámaras de reconocimiento facial, para detectar posibles votantes de la oposición política.