Varios jóvenes han muerto por consumir drogas adulteradas

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Santo Domingo.– El director del Centro de Orientación e Investigación Integral (COIN), Santo Rosario, denunció hoy la muerte de varios jóvenes de barrios populares, en lo que va de año, por el consumo de drogas adulteradas.

Rosario señaló, en un comunicado, que una de las sustancias mortales se denomina Molly, un tipo de anfetamina que, según técnicos de la institución, se suele cortar con químicos como bola para matar cucarachas, veneno para ratas, bicarbonato de sodio, azúcar de leche o acetona, entre otros.

Es un derivado adulterado del éxtasis (MDMA) cuyos efectos físicos pueden ser el aumento de las palpitaciones, presión arterial elevada, vasoconstricción sanguínea, sudoración e interrupción en el control de la temperatura; algunos de sus componentes pueden, incluso, estimular ataques de pánico y convulsiones.

“Después de que pasa el efecto, la persona puede caer en una fuerte depresión. Si a esto se le suma lo que está pasando con la cocaína, mezclada con ácido muriático, gasolina, cemento, queroseno y amoníaco, se está creando una situación grave en materia de salud pública en nuestros barrios”, afirmó.

Personal de la entidad que realiza trabajos de campo también ha encontrado usuarios de heroína con síntomas físicos visibles, “como escamas en la piel y llagas que le producen gusanos”, afirmó el director de COIN.

Rosario dijo que, en lo que va de año, han muerto varios jóvenes consumidores de droga en un mismo barrio, lo que “debería ser un llamado de atención para que las autoridades pongan sus ojos en esta problemática”.

A principios de año, miembros de COIN se reunieron con autoridades de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y su equipo médico para plantearles la necesidad de hacer una investigación sobre estos casos pero, según Rosario, hasta el momento no ha recibido respuesta.

El funcionario reiteró su llamado para que el consumo de drogas se trate como un asunto de Salud Pública y se quejó de que en el país solo hay un centro público que cuenta con un programa de atención para los usuarios de drogas, que funciona en las instalaciones del hospital Moscoso Puello.

“Está demostrado que la guerra contra las drogas no resuelve el problema, por lo que vemos necesario el asumir el tema desde el enfoque sanitario y de derechos humanos”, afirmó.

Precisó que en el país hace falta una política orientada a minimizar los riesgos y a reducir los daños derivados del uso de drogas o sustancias psicoactivas o psicotrópicas, que promueva la debida información, educación y prevención sobre las consecuencias y efectos perjudiciales vinculados al consumo.

Favoreció, además, hacer énfasis en el tratamiento, rehabilitación y reinserción social de personas con trastorno por abuso de sustancias.

Desde COIN “hacemos un llamado para que la ley sobre drogas y sustancias controladas sea revisada por el Congreso Nacional y que el Consejo Nacional de Drogas adopte una actitud más activa en relación con el tema para lograr cambios en la política pública”.

“Invisibilizar el problema o a quienes lo sufren no es acabar con la raíz del mismo, sino más bien ser cómplice de la violencia” que sufren los drogodependientes, “viviendo en una sociedad que les discrimina, rechaza y margina por no entender lo que les ocurre a nivel de su salud”, apuntó.