Santo Domingo. Un estudio de factibilidad, elaborado por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) con el soporte económico de la Unión Europea, sugiere al país solicitar la cooperación local e internacional para adquirir las tecnologías apropiadas que permitan una producción adicional de caña de azúcar para ser usada como combustible alternativo para aviones.
El estudio, que forma parte un proyecto de la OACI y la UE orientado a mitigar las emisiones de C02 o dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero que impacta al cambio climático, plantea que “en un país como República Dominicana, rico en producción de caña de azúcar, podría utilizarse una vía de producción sostenible utilizando las tecnologías SIP y ATJ”.
Las tecnologías SIP o isoparafinas sintéticas son las que permiten mezclas de un 10% y la ATJ o alcohol para reactores permiten una mezcla de hasta un 30%.
Según se indica en el estudio, actualmente hay cinco vías de producción o tecnologías que permiten transformar la biomasa en combustibles de sustitución directa: Fischer-Trospch (FT); Fischer Tropsch con aromáticos; y HEFA que pueden mezclarse en hasta un 50% del volumen, las SIP y la ATJ, estas dos últimas recomendadas para República Dominicana. Con estas dos tecnologías, el país podrá reducir hasta en un 80% las emisiones de C02, en comparación con el combustible para aeronaves convencional.
El proyecto se suma a los trabajos que se realizan para alcanzar la meta de reducir C02 en la aviación internacional, al incrementar la eficiencia en 2% por año en el uso de combustibles y promover un crecimiento neutro a partir de 2020. En ese tenor, el país busca usar combustibles de aviación sostenibles que permitan reducir las emisiones de C02, con respecto al uso de combustibles convencional.
Aunque expresa el interés que se ha mostrado en el estudio de factibilidad, enfatiza que se requerirá de una estrecha colaboración público-privada para un plan de trabajo destinado a desarrollar una cadena de valor para los SAF (Uso de combustibles de aviación sostenibles).
República Dominicana forma parte de los 14 países que participaron del proyecto de asistencia de creación de capacidad para la mitigación de las emisiones de C02 de la aviación internacional. Y RD junto a Trinidad y Tobago fueron los únicos participantes en el Caribe, logrando reputar de forma favorable, al punto que en el Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) se creó una Unidad de Desarrollo Sustentable y un comité de protección ambiental.
En el país también se exhibe el logro de tener cinco aeropuertos con energía solar y hay dos ampliaciones proyectadas (Las Américas y Samaná) para el 2019. Santiago cubre alrededor de 85% con energía solar; también Aerodom, Puerto Plata, Samaná, El Higüero y Barahona, reveló recientemente el encargado del proyecto de asistencia de la OACI y la UE, el especialista para el Caribe Carlos Mauricio García; junto a Juan José Veras, Coordinador de Reducción de Emisiones, Inspector de Aeronavegabilidad de la Dirección de Normas de Vuelo en el IDAC.
30% Hoja de Ruta
Como parte de la Declaración de Punta Cana se firmó con seis instituciones del Estado una hoja de ruta para la producción de combustibles sostenibles de aviación a partir de la caña de azúcar, estudio que refleja la posibilidad de que una forma sostenible se pueda producir hasta 50 millones de galones en corto tiempo, sin competir con programas alimenticios.
Esa iniciativa es una tarea pendiente del Estado. En los últimos tres años tanto el sector público como el privado han invertido alrededor de US$13 millones en medidas de impacto positivo al medioambiente, de mitigación de C02.