Por su parte, el ministro de Exteriores taiwanés, Joseph Wu, dio de forma simultánea una rueda de prensa en Taipei en la que anunció el fin de los lazos con el país caribeño “para preservar la soberanía y la dignidad nacional” y la suspensión inmediata de todos los proyectos de cooperación y ayuda.
Wu lamentó que la pérdida de relaciones con el país caribeño está provocada por las promesas que China hace de “incentivos fiscales, financiación y ayuda” para arrebatarle aliados a Taiwán, y advirtió de que luego no cumple esas promesas y de que los países se ven perjudicados por las deudas.
“Taiwán no cederá ante la presión de Pekín”, dijo la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, en un acto militar tras conocerse la ruptura de lazos diplomáticos.
La isla cuenta ahora con 19 aliados: 10 en Latinoamérica y el Caribe (Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Haití, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, y Paraguay), seis en Oceanía (Islas Salomón, Tuvalu y las repúblicas de Kiribati, Nauru, Palau e Islas Marshall), dos en África (Burkina Faso y Suazilandia) y Ciudad del Vaticano, en Europa.
El ministro de Exteriores taiwanés insistió hoy en que “no hay señales de crisis a corto plazo”, ante los temores por el enfriamiento en las relaciones con Haití o la Santa Sede, que han mostrado a su vez un acercamiento a Pekín.
En enero, los ministros de Exteriores de El Salvador, República Dominicana y Haití se reunieron con Wang Yi en el marco de la reunión ministerial de China con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), donde pudo haberse fraguado el acuerdo anunciado hoy.
China tiene “un nuevo amigo solidario” en Latinoamérica y el Caribe, resaltó Wang al término de la reunión con Vargas, que calificó de “sincera, amistosa y fructuosa”.
Ambos coincidieron en que el establecimiento de relaciones marca “el inicio de un nuevo capítulo histórico” para China y República Dominicana.