lSentimientos encontrados de pena, incredulidad, duda y temor, invaden a los familiares y vecinos del sacerdote Elvin Taveras Durán, a quienes les es difícil creer que ese “hombre de Dios” esté preso por alegadamente asesinar a un menor de 16 años, del que abusaba sexualmente.
Hacía más de un mes que el cura le externó a un hermano su preocupación porque había un muchacho que lo estaba presionando y amenazándolo, pero este no le dio la menor importancia. De haberlo hecho, la tragedia quizá se hubiera evitado.
“El me dijo eso como dos veces mientras yo lo recortaba, y yo no le puse mucha atención porque no creía que era una cosa grande hasta ahora que me di cuenta de lo que pasó; porque usted sabe que el Diablo ciega a la gente, y por eso digo que el Diablo me cegó a mí también”, reveló Rafael, el hermano barbero del sacerdote.
El sábado 5. Ese día llamó a Rafael alrededor de las 10:00 de la mañana para decirle que iría a recortarse a la casa, adonde iba cada 15 días a compartir con su familia.
“El vino, se quitó la ropa para coger fresco, comió, le colamos café, se sentó a ver una película cristiana “El Arca de Noé” con nosotros. El llegó aquí como a las 10:30 y se fue como a las 2:30 de la tarde”, contó Rafael.
Fue el viernes 4, o sea, el día anterior, cuando el sacerdote habría asesinado a Fernely Carrión.
Familia numerosa, humilde y cristiana. Al fondo de un callejón, en uno de los populosos barrios de esta capital, está la humilde vivienda donde Elvin se crió con su familia. Es el séptimo de 12 hijos procreados por los esposos Enrique Taveras (fallecido) y Graciela Durán.
Allí se encontraban ayer junto a su madre, algunos de sus hermanos, “tratando de entrar en la realidad” del atroz hecho que se le atribuye al sacerdote, y del cual se enteraron el lunes 7, alrededor de las 10:00 de la noche.
Se enteran por vecino. Fue un vecino quien le dijo a una hermana del sacerdote que había escuchado “una noticia muy fuerte” de él.
De inmediato trataron de contactarlo a través de Whatsapp, sin lograrlo.
“Eran como las 11:00 de la noche, le tiro un mensaje donde le digo: hola mi hermano como estás, mami quiere saber de ti, estamos todos preocupados qué pasa, y tampoco respondió aunque estaba en línea”, contó Johany.
Agregó que entonces llamó a la Casa de los Catequistas y hablaron Cristóbal y Danilo, dos catequistas de la Parroquia María Auxiliadora, quienes la pusieron al tanto de todo y le informaron que el sacerdote estaba detenido en el Destacamento “Felicidad”, en Los Mina, y que se mantuvieran en oración.
Dijo que eran las 12:00 de la medianoche del lunes cuando llegaron al destacamento procurando ver a su hermano y no las dejaron; que al otro día fueron a la Fiscalía de la provincia donde supuestamente lo habían llevado, y tampoco lo vieron, y que no fueron a la audiencia donde se le conoció medida de coerción por temor a represalia por parte de la familia de la víctima.
Sin mácula. Elvin es descrito por sus familiares como una persona introvertida, inteligente, estudioso y muy respetuoso desde niño. Instruido por su padre en la religión, terminó el bachillerato
“Mi hermano fue siempre un niño obediente, con un comportamiento excelente en la casa, en la iglesia; era un espejo transparente, él era el orgullo de nosotros, por eso este hecho ha consternado a toda la familia, nosotros estamos totalmente destrozados porque no esperábamos eso de mi hermano”, dijo Juana, la segunda hermana mayor que lo crió.