Johan Cruyff, exentrenador y jugador del FC Barcelona, falleció este jueves a los 68 años, víctima del cáncer de pulmón, a los 68 años de edad.
«El día 24 de marzo 2016 Johan Cruyff (68) ha fallecido en Barcelona, rodeado de su familia después de una dura lucha contra el cáncer. Os pedimos con gran tristeza que se respete la privacidad de la familia durante su tiempo de duelo», reza la página web de la leyenda del fútbol.
Hacía apenas un poco más de un mes, el holandés había comunicado que estaba mejorando: «Ahora mismo, tengo la sensación de ir ganando 2-0 en la primera parte de un partido que aún no ha terminado, pero que estoy seguro de que acabaré ganando».
Cruyff contó que después de varias sesiones de tratamiento todo va bien, gracias«al excelente trabajo de los doctores, al cariño de la gente» y también a su positiva mentalidad para afrontar esta enfermedad.
A Johan Cruyff se le diagnosticó un cáncer de pulmón el 22 de octubre pasado tras una visita al Hospital Clínic de Barcelona. De 68 años, el holandés, el primer técnico que llevó al Barcelona a la consecución de la Copa de Europa (1992), tuvo que ser intervenido en 1991 a corazón abierto por una insuficiencia coronaria aguda.
Nacido en Amsterdam el 25 de abril de 1947, Cruyff revolucionó el fútbol moderno primero como futbolista, especialmente en la selección holandesa y en los dos clubes que marcaron su vida, el Ajax y el FC Barcelona, y posteriormente como entrenador, donde creó escuela con su estilo de corte ofensivo.
Como futbolista llegó a Barcelona en la década de los setenta procedente del Ajax de Amsterdam, equipo en el que marcó una época. En el Barça, las diferencias las marcó desde el banco con la consecución de cuatro Ligas consecutivas (de 1991 a 1994), además de la citada Copa de Europa en Wembley.
Desde que se informó sobre su estado de salud, Cruyff ha ido informando esporádicamente sobre sus progresos desde su columna en el diario holandés De Telegraaf, además de en una presentación de su fundación en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Entonces admitió sentirse abrumado por las muestras de cariño que recibía procedentes por los aficionados del Barça y también de su país. En Holanda, en el minuto 14 de cada partido se producían aplausos esporádicos de los aficionados animándole a continuar en su lucha contra el cáncer.