SANTO DOMINGO. Juan Luis Guerra es el más noble de los muchachos del barrio. Es el más alto de todos, y a la vez el más querido. Cuando lleva su pelota al juego de básket encesta bastante y deja que los demás la coloquen.
Ah, pero cuando canta, cuando le da por cantar, toma la guitarra, se pone dulzón o alegre, triste de pobrezas o profundo, y arranca a contar al barrio la vida misma de todos, pero con colores llenos de esperanza; enseña los techos de hojalata y los pinta con colores salidos del carnaval de la vida, seduce a los bailarines y las enfermeras, a las arpistas y a los limpiavidrios, a los astronautas y los gallos de pelea y los pone a vivir en composiciones que son como una telenovela agria a veces y otras dulce de este vivir en islas.
Juan Luis es un buen muchacho. Él es quien dice que Todo tiene su hora. Por eso ha invitado a todos a despedir con él este año 2015 en Altos de Chavón.
El 17 de junio presentó allí lo que dijo era “un ensayo general” de la gira que ya lo llevó a Bélgica, Londres, Madrid, Barcelona, Santa Cruz de Tenerife, La Palma, Murcia, Tarragona, Miami, Tegucigalpa, El Salvador, Puerto Rico, Panamá, Durango, San José, Cali… Y que aún lo llevará en el 2016 a Nueva York, Boston, y Canadá, entre otros.
2015 ha sido un año de intensos días de éxitos, pero también ha tenido días tristes, como cuando Yapo se quedó congelado con la güira en las manos.
Con Todo tiene su hora, al menos tres géneros y mil colores se montan en la guagua de la música. El son irrevocable y primigenio, con clarinetes (como lo hizo Compay Segundo), pero agregándole cuerdas. El merengue, desde lo más típico hasta los más actual. Y la bachata, con ese lirismo transparente de agua de luz sencilla
Y ahora, soñemos. Ya que por estos días más de un artista descansa en el país o viene a recibir el año nuevo (Descemer Bueno dicen que anda por Punta Cana; Carlos Varela en la capital, y Marc Anthony en Casa de Campo), ¿quien quita que nos pongamos suertudos y Juan Luis, enterado, invite a Marc a este concierto con el cual celebrarála un año grande? ¿Quien quita que el flaco salsero de agudos más seguros, acepte?
Aún más, ¿quién quita que por fin veamos en vivo a Johnny Ventura cantando de Moca a París, con Juan Luis?
De cualquier modo, los que asistan este 30 de diciembre a Altos de Chavón saben, que aún bajo lluvia (lo que no está previsto), se gozará en grande, porque se celebran tres Grammy Latinos y nominaciones a los Grammy Awards. ¡Que Todo tiene su hora!