En esa línea llega “Tubérculo Gourmet”, dirigida por Archie López, y protagonizada por Raymond Pozo y Miguel Céspedes, película que tuvo su estreno de gala la noche del lunes en las salas del Palacio del Cine de Blue Mall, en un evento que contó con la presencia de los protagonistas.
Esta, al igual que en “Nuebayol”, recurre a un personaje de la televisión, pero con peor suerte, ya que pese a sus limitaciones, aquella sigue siendo un referente en este tipo de producciones, creando las bases de la comedia cinematográfica local (o como la ha llamado Múñiz; “velorio dominicano”).
Un tipo de cine que cuenta con elementos del folclor nacional y con historias de difícil exportación (como la presente, con chistes que raramente se entenderán en otros países).
Una serie de filmes que, pese a las críticas de sus detractrores, sigue llevando al cine a una audiencia que solo va a ver las realizadas en nuestro país.
En esta oportunidad, López, quien el pasado febrero estrenó “Los paracaídistas”, vuelve a unirse al dúo de humoristas formado por Pozo y Céspedes luego de sus aventuras en la saga “Lotomán”. Con un guion firmado por Víctor Reyes, tiene como protagonistas a Tubérculo y Tirson, dos creaciones que estos actores han desarrollado en su programa “A reír con Miguel & Raymond”, que se transmite a través de Telemicro, canal 5.
En la película son amigos y compadres que romperán una hermandad de muchos años cuando el Tirson acuse al Tubérculo de haberse comido a su querida chiva Rosita.
A partir de aquí se dará una serie de situaciones en las que se destacarán el cariño por el animal caprino del personaje de Céspedes, y la glotonería obsesiva del rol que hace Pozo. Todo esto se agudizará con la entrada en el juego de los hijos de ambos (dos chicas y dos chicos, respectivamente, encarnados de manera aceptable por Yaritza Reyes, Loraida Bobadilla, Raymond Pozo Jr. y Starling Aquino) quienes iniciarán una relación sin saber que sus padres son enemigos.
Para contar esta historia, López ha creado un universo comparable con el de los dibujos animados (el choque del jeep de Tubérculo a Rabia, que hace Carasaf Sánchez) en el que la reiteración es la norma.
Esto, acompañado de la acostumbrada norma del director, quien siempre ha de colocar en sus producciones el elemento del bien social, resaltando el lado bueno de los dominicanos (la relación de Tubérculo con el niño de la calle, que interpreta Steven Domsam).
A nivel técnico, como siempre en las producciones de Panamericana, están muy bien, y elementos como los flashbacks del principio y los cambios del color de la fotografía según el tiempo, y los efectos visuales, están bien logrados.