El sueño sigue vivo en Tesla Motors … por el momento

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El fabricante de automóviles no ha cumplido con sus objetivos previamente sin disgustar a los inversionistas, pero dos fechas límite sí tienen importancia.

Uno se puede perder escuchando a Elon Musk y de forma confusa comenzar a comprar acciones de Tesla. Durante el informe de resultados trimestrales el martes, el director ejecutivo se pasó el tiempo dando a entender que su compañía de vehículos eléctricos lanzaría un rival para Uber, prediciendo que en 15 ó 20 años manejar nuestros propios automóviles sería una cuestión puramente sentimental, “como ser dueño de un caballo”, y prometiendo que la propia Tesla produciría vehículos completamente autónomos mucho antes de ese momento.

Incluso los imperturbables analistas de Goldman Sachs tienen modelos para el futuro de Tesla — apodados “Elon como Steve Jobs” y “Elon como Henry Ford” — los cuales muestran a la compañía produciendo más de 3 millones de vehículos al año para el año 2025 con ingresos de más de US$160 mil millones.

Así que no es sorprendente que las acciones de Tesla se dispararan más de un 9 por ciento en las negociaciones tras el cierre, cuando la compañía mantuvo el extremo más bajo de su previsión de 50,000 vehículos a entregar para finales de año. El sueño sigue vivo.

Esto es comprensiblemente desesperante para los vendedores en corto — de los cuales hay muchos — y, presumiblemente, para los fabricantes de automóviles de Detroit. El valor total de la empresa de General Motors es menos de tres veces mayor que el excitante valor de Tesla de US$33 mil millones. Sin embargo, los ingresos de GM durante los últimos 12 meses son 38 veces mayores y su ingreso neto es de US$5.4 mil millones, en comparación con los US$675 millones de pérdida de su rival eléctrico. El martes, Tesla no alcanzó las estimaciones de ganancias. Aún así, el cautivador Sr. Musk puede pintar cuadros que mantienen la paciencia de los inversionistas.

Sin embargo, ahora hay dos criterios que podrían provocar una pérdida de confianza en los próximos dos trimestres. La compañía necesita aumentar las entregas de su muy esperado vehículo Model X y lograr ese objetivo de 50,000 vehículos. Aunque el mercado no estaba prestando atención, el Sr. Musk ya estaba ofreciendo excusas: el clima podría ser malo, los compradores de automóviles podrían no estar en casa para Navidad.

Y luego está el efectivo. Tesla sabiamente apuntaló su estado de cuentas mediante la venta de US$739 millones en acciones en agosto. Necesitaba hacerlo. El gasto de dinero alcanzó niveles históricos este trimestre hasta llegar a la cifra de US$600 millones. El Sr. Musk ahora dice que él “aspira” a tener un flujo de caja positivo en el primer trimestre, el cual concluye el próximo mes de marzo. En febrero, había dicho que lo anterior sucedería en el tercer trimestre. La satisfacción aplazada es la historia de Tesla. Sin embargo, aún necesita haber satisfacción, o al menos, un primer destello de ella. Si Tesla no cumple con las entregas y no cumple con el flujo de caja, la paciencia se acabará.