Editorial: Urgente Intervención en Venezuela

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En la República Bolivariana de Venezuela, no cesan los abusos por parte del poder usurpado venezolano, encabezado por Nicolás Maduro Moro, con la complicidad del Sistema Judicial interno y muchos países del Continente Americano, entre los que se encuentra la República Dominicana, que por no dejar de recibir un chin de petróleo a bajo precio, mejor prefiere callar y esconder la realidad que sucede en Venezuela.   

Cada día que pasa se agrava más la situación convirtiéndose en insoportable, pues ahora el gobierno pretende convocar una constituyente, solo con gente de sus adeptos y con la dirección de un Tribunal y Consejo Electoral, miembro del Partido del Gobierno y totalmente parcializados, lo que representa un crimen internacional que hay que ponerle fin a través de cualquier medida que sean necesaria antes de que sea demasiado tarde.

Recientemente Estados Unidos de América presentó su posición sobre la situación de Cuba y Venezuela, en el caso de Cuba por represión política, Donald Trump abandonó el acuerdo firmado por su antecesor Barack Obama, pero sobre Venezuela ha establecido los Estados Unidos, tanto en la OEA como en la ONU, que se necesita una intervención urgente y que de no producirse abandonarían estos órganos internacionales, posición por parte de los Estados Unidos que está correcta, porque en Venezuela desapareció la democracia y están al borde de una guerra civil de consecuencias impredecibles, ante la mirada indiferente y cómplice de un grupo de países que se benefician del régimen perverso de Nicolás Maduro, y prefieren callar, porque su silencio cuesta mucho dinero.

Como se trata de un problema regional, entonces la Organización de Estado Americano (OEA) debe responder y resolverlo y de no hacerlo, entonces el problema debe ser asumido por la Organización de Nacionales Unidas (ONU) a través de los órganos correspondientes dispuestos para las emergencias, es decir tiene que preparar las herramientas que sean necesarias para terminar el conflicto que allí existe, pues de no intervenir con rapidez, cuando intenten hacerlo será demasiado tarde, porque habrán muchos más muertos en Venezuela.

El régimen de Nicolás Maduro se burla del continente y de las Organizaciones internacionales, mientras que los venezolanos andan despavoridos por los diferentes países del mundo mendigando en las calles, aun cuando son un país rico y eso es sencillamente inaceptable. Tal como ha planteado los Estados Unidos a través de su presidente Donald Trump, si un organismo no funciona, hay que abandonarlo y tomar las decisiones por su propia fuerza, eso significa solidaridad internacional.

La Fiscal General de Venezuela, aun cuando está sindicalizada al régimen chavista, se ha dado cuenta de la gravedad de la situación de Venezuela y ha iniciado una serie de acciones tendentes a devolver la democracia y evitar un derramamiento de sangre mayúsculo, pero todas sus acciones son rechazadas, declaradas inadmisibles, infundadas u otra decisión judicial, emitidas, por lo que en ese país denominan jueces, pero que en realidad son un grupo de políticos perversos que inmediatamente termine el problema en Venezuela, hay que solicitarlos en extradición a todos, para que sean juzgados en las Cortes Internacionales y que sufran la pena mínima de cien años de cárcel, de esta manera los violadores de derecho nacional e internacional a gran escala, servirán de ejemplo para los que pretenden hacer lo mismo en el Continente.

El Sábado 17 de junio del 2017 el perverso Nicolás Maduro Moro hiso un llamado a la población simpatizante del chavismo para que se lance a las calles, a reclamar y defender su gobierno en caso de que sea derrocado o que se impida la asamblea constituyente, lo que significa que el dictador está dispuesto a que la matanza en Venezuela no tenga límites y que comience desde ya y eso es una situación sumamente peligrosa que amerita extrema urgencia por parte de los organismos internacionales y los países poderosos.

Diariodespertar.com entiende que en Venezuela, la situación actual es de impotencia para los que residen en ese país, que hay que tomar la medida urgente antes de que se celebre la asamblea constituyente y Nicolás Maduro y su grupo de jueces, logren destruir lo que queda del Estado Venezolano. Llama a la OEA y a la ONU, a reaccionar ahora que hay tiempo, antes de que sea demasiado tarde y además aconseja a que cuando se pierde la razón, por terquedad y abuso político, la fuerza la trae de nuevo, lo que significa que en el caso Venezolano debe ser usada la fuerza de las instituciones internacionales, así como los países poderosos, no en contra de los ciudadanos, sino contra el régimen que se ha convertido en un oprobio en contraposición a lo planteado por Hugo Chávez, pues es casi seguro que si Chávez estuviera vivo no permitiría semejante situación, pues se trataba de un demócrata cabal, un hombre sin comparación que desde la tumba debe remorderle al mirar la situación en que vive su pueblo que tanto amó.